 | | La limpieza y la deportividad en los circuitos no es la mayor cualidad del alemán. A lo largo de su carrera ha cultivado una fama de piloto polémico y, a veces, antideportivo al protagonizar escandalosas actuaciones que dejaron al descubierto el peor lado del campeón. Sus ‘piques’ con Hill y Villeneuve son sólo una muestra de su carácter en carrera. |
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Michael Schumacher no es un piloto fácil de adelantar. Es como un defensa duro ‘puede que pase el balón, pero no el jugador’. Con él pasa algo así. En los momentos más críticos, cuando se ve superado, no duda en aplicar todas sus armas, legales o no, peligrosas siempre, para evitar ser adelantado.
Su fama comenzó en el circuito de Australia en la última prueba del campeonato de 2004. Hill y Schumacher se disputaban el título. Williams contra Benetton en una última carrera de infarto. Schumacher dominó por momentos hasta que Hill vio el hueco al final de la recta. Schumacher, que se vio superado, no dudo en cerrarle y al final acabaron los dos fuera de pista. Los comisarios de la carrera no le penalizaron y Schumacher ganó el campeonato para asombro del resto de pilotos.
Su punto álgido vino en su segunda temporada en Ferrari. En una situación similar a la de Hill, aunque esta vez el protagonista fue Villeneuve y el resultado bien distinto. Schumacher marchaba por delante del canadiense cuando éste le realizó un perfecto interior. Schumacher dio un volantazo cuando le estaba superando y chocó su rueda delantera con el chasis de Villeneuve con la intención de sacarle de la carrera. Schumacher salió recto y abandonó la carrera, y Villeneuve, aunque algo mermado, terminó la carrera y se llevó el campeonato. El alemán fue penalizado y desposeído de todos sus puntos.
Tercero en el ranking de maniobras del alemán está otra con Hill. Data del circuito de Silverstone en 1995. Schumacher iba primero a más de 300 kilómetros por hora, seguido a rebufo por Hill. A final de recta y cuando éste iniciaba la maniobra de adelantamiento Schumacher comenzó a zigzaguear impidiendo ser superado y poniendo en serio peligro la seguridad de ambos. Su actitud fue fuertemente reprochada en el padock.
De su historia más reciente aparece un incidente con Alonso que le mandó fuera de la pista. Silverstone, año 1993. De nuevo al final de la recta de meta. Alonso, en su punta de velocidad, intento superarle, Schumacher le cerró y ante la imposibilidad de frenar, el asturiano acabó pastando fuera del trazado sin más remedio.
De las últimas destaca el incidente en la sesión de clasificación de Mónaco. Schumacher, tras realizar su mejor tiempo, continuó en pista y alegó un problema de motor cuando su monoplaza se quedó parado en una curva. Lejos de apartarse del trazado y quedarse en la parte sucia para no molestar, dio un claro giro con el volante y quedó cruzado en medio del circuito restando segundos al resto de pilotos.
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