Fue inaugurado en 1940 en las afueras de Sao Paulo. Su tradicional nombre se debe a que está situado en una región entre dos grandes lagos artificiales, el Guarapiranga y el Billings, diseñados a principios del siglo XX para abastecer a la ciudad de agua potable y energía eléctrica.
La longitud del circuito es de 4,309 kilómetros, alrededor de los cuales se reparten 15 curvas. Y en cada Gran Premio se dan 71 vueltas.
Es uno de los circuitos más divertidos de la Fórmula 1 ya que tiene numerosos sitios en los que es posible adelantar. Además, está situado de tal manera que desde la tribuna se puede ver casi todo el recorrido, por lo que su nivel de espectacularidad es bastante alto. Es famoso por sus complicadas curvas y por sus saltos, provocados por la irregularidad del pavimento. Su asentamiento sobre un suelo muy irregular y el régimen de lluvias de la zona hacen que la pista tenga muchos baches, a pesar de sus constantes renovaciones.
Otra de sus características más curiosas es que es uno de los pocos circuitos (fuera de Estados Unidos) en los que se compite en el sentido opuesto de las agujas del reloj.
En los años 70 Interlagos tenía una longitud mayor, pero los organizadores no podían mantener en perfectas condiciones una pista tan larga, por lo que tuvieron que ceder el Gran Premio de Brasil a Río de Janeiro (Circuito de Jacarepagua) y más tarde tuvieron que remodelar el trazado para que volviera a disputarse en Sao Paulo.
¿Cómo es una vuelta en Interlagos?
La línea de parrilla está muy al final de la recta de meta, por lo que queda bastante espacio para que los monoplazas busquen sus posiciones desde la salida.
Uno de los puntos mejores para adelantar es en la primera curva, la "S" do Senna, ya que se viene de la larga línea de meta y hay que frenar a fondo.
La segunda oportunidad la tienen los pilotos tras la primera curva rápida, curva do Sol, ya que le sigue una larga recta en la que los monoplazas alcanzan gran velocidad.
Desde aquí hasta la subida de Boxes es imposible adelantar, pero el piloto debe demostrar su destreza para ganar tiempo. Es una zona en la que se suceden las curvas rápidas y lentas.
Una de las partes más delicadas de la pista es la curva Pinheirinho, una especie de rotonda donde se completa un giro de 270º y con un radio muy pequeño. La dificultad estriba en que a la salida hay que estar muy concentrado para evitar hacer un trompo. |
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